El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien se enfrenta a un otoño boreal en el que el coronavirus todavía generará caos en la salud y economía de la nación, ordenaría la obligatoriedad de la vacunación contra el Covid-19, según se supo desde el Despacho Oval.
«Siempre hemos dicho que nos basaríamos en lo que hemos anunciado hasta la fecha», dijo la secretaria de prensa Jen Psaki a los periodistas, citando los mandatos existentes para los miembros del servicio militar de EEUU y los trabajadores sanitarios federales. «También creemos que el sector privado tiene un papel aquí», apuntó.
Los funcionarios dijeron que Biden ordenaría la obligatoriedad de las vacunas, incluso basándose en los requisitos de vacunación existentes para los trabajadores federales, y presionaría a las empresas privadas para que obliguen a sus empleados a vacunarse.
El plan de seis puntos de Biden -en consenso con los miembros de su equipo de salud pública- tendría como eje este tema, pero también tomaría medidas para asegurar que los estudiantes estén protegidos en las aulas.
A medida que los chicos regresaron a los colegios, las batallas sobre el uso de mascarillas y los requisitos de vacunación para los niños mayores estallaron en casi todos los distritos escolares del país.
Las autoridades sanitarias dicen que esperan la autorización de las vacunas para los niños menores de 12 años en los próximos meses, pero los padres se frustraron por el ritmo al que se desarrolla el proceso.
Biden identificó las escuelas como un área clave de atención, dado el efecto más amplio que tiene la presencia de niños en las aulas en la economía, especialmente para las mujeres.
Los funcionarios dijeron que esperan que el nuevo enfoque proporcione a los estadounidenses una visión más clara de cómo terminará la pandemia después de 18 meses de vivir restringidos por el Covid-19.
La Casa Blanca vio cómo bajaron los índices de aprobación del presidente en lo respecta a este tema y cree que parte del problema es el retroceso que se produjo este verano: un pico de casos hizo que se volviera a utilizar mascarillas y se siguiera trabajando desde casa.
Una encuesta de ABC News/The Washington Post realizada a finales de agosto reveló que el 52% de los encuestados aprueba la forma en que Biden está manejando la pandemia, una caída de 10 puntos desde junio. Sin embargo, son más los que aprueban su gestión del Covid que los que la desaprueban.
Al mismo tiempo, los números generales de Biden cayeron en territorio negativo en medio de la caótica retirada de Afganistán y una lenta recuperación económica. Sin embargo, los asesores del mandatario consideran que la lucha contra la pandemia es el asunto más importante de su presidencia y el que determinará su destino político.
El crecimiento económico en Estados Unidos «se desaceleró ligeramente» a causa de la variante Delta del coronavirus y se mantiene a un ritmo «moderado», indicó hoy la Reserva Federal en su informe de coyuntura conocido como Libro Beige.
El Libro Beige se difunde en la víspera del anuncio de Biden de un plan para combatir la propagación de la variante delta del coronavirus, que incluirá a los sectores público y privado.
Según el reporte de la Fed, que se publica dos semanas antes de cada reunión de política monetaria del banco central -la próxima tendrá lugar el 21 y el 22 de septiembre-, los sectores más afectados son gastronomía, turismo y viajes, «un reflejo de las preocupaciones sobre la propagación de la variante delta».
En materia de empleo, la demanda de mano de obra sigue creciendo, pero todas las regiones monitoreadas por el banco central tienen dificultades para conseguir personal, «lo cual dificulta la actividad comercial».
Las razones de esta situación son múltiples: retiros anticipados, en particular en el sector de la salud hasta problemas para el cuidado de niños.
La inflación en tanto «se estabilizó en un nivel alto». La mitad de las 12 regiones consideradas señalan «fuertes aumentos de precios» y la otra mitad da cuenta de «alzas moderadas».